Rutina
La rutina es un pigmento vegetal o bioflavonoide que se encuentra de forma natural en alimentos comunes como la piel de la manzana, el té negro, los espárragos, el trigo sarraceno, las cebollas, el té verde, los higos y la mayoría de los cítricos. Además de obtenerla a través de los alimentos, también puede encontrar la rutina en forma de suplemento. La rutina contiene quercetina (un antioxidante que ha demostrado reducir la inflamación y ofrecer una serie de beneficios para la salud).
Sus defensores afirman que la rutina puede ayudar a fortalecer los vasos sanguíneos y mejorar la circulación. Los suplementos de rutina se anuncian a veces como un remedio para las afecciones de los vasos sanguíneos, como las hemorroides y las varices.
Además, algunas investigaciones en animales sugieren que la rutina puede prevenir la formación de coágulos sanguíneos, lo que podría ayudar a prevenir enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.
Un derivado de la rutina puede tener algún beneficio para las personas con insuficiencia venosa crónica, según una revisión publicada en el Journal of Clinical Pharmacy and Therapeutics en 2015. La insuficiencia venosa crónica es una enfermedad en la que las venas no devuelven eficazmente la sangre de las piernas al corazón. Esta afección está relacionada con problemas de salud como varices, tobillos hinchados y calambres nocturnos en las piernas.
Para la revisión, los investigadores analizaron 15 estudios publicados anteriormente sobre la eficacia de los hidroxietilrutósidos (un derivado parcialmente sintético de la rutina). Concluyeron que los hidroxietilrutósidos eran más eficaces para reducir los síntomas de dolor, calambres y pesadez en las piernas que un placebo.
El rutósido (un compuesto que se encuentra en la rutina) puede ayudar a tratar las varices en las mujeres embarazadas, según un informe de 2015 publicado en la base de datos Cochrane de revisiones sistemáticas. En su revisión de un estudio clínico publicado anteriormente, los científicos determinaron que el rutósido parece ayudar a aliviar los síntomas de las varices al final del embarazo. Sin embargo, los autores de la revisión señalan que no hay datos suficientes para evaluar la seguridad del uso del rutósido durante el embarazo.
